San Alfonso María Fusco nació el 23 de marzo de 1839 en Angri-Salerno, en la diócesis de Nocera de Pagani, en el seno de una familia profundamente religiosa. Ordenado sacerdote el 29 de mayo de 1863, se dedicó a la educación y cuidado de los niños que abundan por las calles de Angri; les da una seria formación religiosa, cultural y profesional.
¡Confía en Dios, el que viste los lirios del campo y alimenta a las aves del cielo no puede abandonar a sus criaturas!.
Él entiende la importancia de la educación también para las mujeres, en una sociedad donde no se reconoce su dignidad. Se dedica al apostolado de las confesiones, a la predicación y a la animación catequística y litúrgica de los jóvenes, así como a las misiones rurales. El 26 de septiembre de 1878 fundó la Congregación de las Hermanas de San Juan Bautista para la evangelización, educación y promoción de los niños y jóvenes mayoritariamente pobres, necesitados y en situación de riesgo. Murió en Angri el 6 de febrero de 1910; es Santo desde el 16 de octubre de 2016.